El hombre frente a la máquina. ¿Podría un robot saciar sexualmente los deseos de una mujer?


La película de Ex machina expone muy bien la idea básica de lo peligroso que puede ser la toma de control de la inteligencia artificial. Y es que, todos estamos de acuerdo en que que hay que ser cuidadosos cuando se trata de avances en todos los campos y de todo tipo. Pero en el caso de la inteligencia artificial casi todavía más, pues sorprende y hasta da algo de miedo lo rápido que avanzan estas compañías...
Real Doll es una de ellas. Una hábil compañía pionera en la fabricación de maniquíes realistas que venden a los hombres en sustitución de las mujeres. Estos clientes, usan estas muñecas para satisfacer sus necesidades sexuales e, incluso para alivianar los sentimientos de soledad en pareja, o sin ella.
